26 de marzo: Día Mundial de la prevención del cáncer cuello uterino
Este día se celebra con el fin de establecer acciones de concientización que aporten a la prevención de esta enfermedad. Cuando se habla de cáncer cervicouterino se hace referencia al crecimiento anormal de las células del cuello de útero causado por algunos tipos del virus del papiloma humano (HPV). Este es un virus que se transmite por contacto sexual y se estima que ocho de cada 10 personas lo tendrán en algún momento de sus vidas. En la mayoría de los casos, el virus desaparece sin causar síntomas. Sólo en una pequeña proporción (alrededor del 5% de los casos), este virus provoca lesiones (malformaciones en las células) que con el tiempo pueden convertirse en cáncer. El tiempo estimado desde que se produce una lesión hasta que se desarrolla un cáncer en el cuello del útero es entre 10 y 20 años. Por este motivo el cáncer de cuello de útero es una enfermedad altamente prevenible.
La prevención primaria comienza con la vacunación contra el VPH de los niños a los 11 años. En nuestro país es gratuita y obligatoria. Son necesarias dos dosis para que sea efectiva. En las personas de entre 26 y 45 años la decisión de vacunarse debe estar basada en la actividad sexual de cada individuo y las expectativas en torno a la inmunización deben ser habladas con el médico.
Según la Organización Mundial de la Salud, otras intervenciones preventivas deben estar destinadas a chicos y chicas con el fin de educar en materia de prácticas sexuales seguras.
Para el cáncer de cuello uterino es importante que las personas con útero, desde los 30 hasta los 64 años, se realicen el test molecular de VPH. La evidencia muestra que esta nueva tecnología permite detectar el virus antes de que aparezcan lesiones, lo qué seguido de tratamiento, puede salvar la vida a muchas personas. La prueba de VPH también permite espaciar más el intervalo entre exámenes: las mujeres con un resultado negativo de este examen pueden volver a ser testeadas cada 5 años.
Finalmente, pero no menos importante, en las personas adultas es fundamental la visita de control con el médico/a ginecóloga/o anual y seguir las recomendaciones del profesional adaptadas a la historia clínica individual.
En nuestra institución ofrecemos la detección y discriminación específica de los genotipos HPV de muy alto riesgo (16 y 18), así como la detección de otros 16 genotipos de alto (31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66, 68) y moderado riesgo (26, 53, 66, 73 y 82) en muestras cérvico uterinas.
¡Tomemos conciencia! Sumáte a la vida: el cáncer de cuello uterino se puede prevenir y curar. Consultános
Autora: Pamela Carrasco