Las personas tienen dos copias de la mayoría de los genes, una copia heredada de cada progenitor. Sin embargo, algunas personas pueden tener una, tres o más copias de una región genómica en particular. Estos cambios son conocidos como variaciones en el número de copias (CNVs, copy number variants).

La variación en el número de copias (CNV) se define como el segmento de ADN igual o mayor de 1 kb cuyo número de copias es variable comparándolo con un genoma de referencia. A menudo, estos segmentos son lo suficientemente grandes como para incluir genes completos. La aparición de CNVs se debe principalmente a procesos de recombinación homóloga no alélica y estos pueden heredarse o aparecer de novo. Se ha observado que las variaciones en CNVs es la principal fuente de diferencias genéticas en individuos ya que el 10% del genoma sufre algún tipo de variación en el número de copias en individuos sanos. La magnitud en que las CNV contribuyen a las enfermedades de origen genético aún no es completamente conocida. Estudios han demostrado que la consecuencia depende de qué región del genoma se vea afectada y la susceptibilidad de estas regiones a cambios en el número de copias. La comprensión de sus mecanismos de acción es imprescindible para conocer cómo contribuyen al desarrollo de enfermedades y poder establecer estrategias pronósticas, preventivas y de tratamiento. Los estudios genéticos han mostrado la implicacia de los CNVs en enfermedades como cáncer hereditario, autismo, baja talla, anomalías congénitas múltiples, entre otras. Actualmente los CNVs pueden ser detectados a modo de screening utilizandos tecnologías de secuenciación masiva de genes (NGS) aunque estos deben ser confirmados por técnicas como MLPA (Multiplex Ligation dependent Probe Amplification).

El American College of Medical Genetics and Genomics en colaboración con el Clinical Genome Resource han desarrollado un conjunto de recomendaciones para poder evaluar cuál es la probable consecuencia de un CNV detectado en un paciente con el objeto de estandarizar los criterios de evaluación de CNVs, aumentar la consistencia y reproducibilidad de los resultados. Estas recomendaciones representan un esfuerzo inicial para llegar a una interpretación más consistente de las CNVs, pero el enfoque sistemático irá evolucionando a medida que crezca el entendimiento de la relación entre variaciones genómicas y salud humana.

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